El artículo habla sobre cómo el aburrimiento y una economía solvente son los factores clave para convertirse en un amante del vino. Se critica la idea de que los jóvenes se conviertan en consumidores de vino a través de vinos baratos y mezclados con refrescos, y se destaca que la verdadera cantera de los amantes del vino viene de aquellos que tienen presupuesto para disfrutar de vinos de calidad. El autor también menciona que el vino hace la vida mucho más divertida y que, en un país donde socializar es básicamente sentarse a beber y comer, el vino se convierte en una opción natural.