La sequía ha dejado su huella en la producción de cava, llevando a Freixenet a plantear un ERE que afectará a 180 empleados. La escasez de uva en el Penedès ha reducido la producción en un 45%, lo que ha llevado a la empresa a ajustar su plantilla. A pesar de que la sequía ha sido declarada oficialmente terminada, sus efectos aún se sienten en el sector. Freixenet no es ajena a estos problemas, habiendo tomado medidas laborales en el pasado por causas similares. La situación plantea un dilema entre la demanda del mercado y la capacidad de producción sostenible.