Una antigua empleada denuncia la fabricación de 1,8 millones de botellas falsas de Champagne en la bodega Champagne Didier Chopin en Soissons. El fraude implica la importación de vinos de Ardèche y España, mezclándolos con licores y luego inyectándolos artificialmente con dióxido de carbono. El caso ha generado un gran impacto en los medios y plantea interrogantes sobre la integridad y autenticidad en la industria del vino.