Un viñedo mexicano, Pozo de Luna, ha logrado destacar en la industria vitivinícola internacional en tan solo una década, conquistando premios y reconocimientos. Su enfoque meticuloso en la selección de terrenos, variedades de uva y métodos de vinificación ha sido clave en su éxito. Además, su ubicación única y el control exhaustivo de todo el proceso de producción le otorgan autenticidad y distinción.