El sector vitivinícola en Castilla-La Mancha enfrenta una crisis por bajos precios y altos costes de producción. Propuestas como el arranque de viñedos y la destilación de crisis buscan salvar a los viticultores. La competencia desleal de acuerdos comerciales dificulta la exportación de vinos europeos, afectando a los productores locales. La urgencia de medidas y revisión de acuerdos se hace evidente para evitar el deterioro del sector en una región vitivinícola clave en España.