La asociación Bodegas Familiares de Rioja propone el arranque voluntario y financiado de hasta el 10% de la superficie de viñedo actual en la región de Rioja para reorientarse hacia la producción de vinos de mayor calidad. La propuesta sugiere un incentivo de 10.000 euros por hectárea arrancada y la pérdida del derecho de cultivo y replantación en el terreno afectado por un mínimo de ocho años. Esta medida busca proteger el patrimonio vitivinícola más vulnerable y mejorar la calidad general de los viñedos de Rioja.