La región de Borgoña lidera la investigación agronómica para combatir las heladas primaverales en los viñedos. El proyecto 'PhysioVigne' ha revelado que retrasar la poda puede retrasar la brotación hasta en ocho días, reduciendo la vulnerabilidad de las plantas a las heladas. Además, la eliminación de brotes dañados por las heladas contribuye a una ligera recuperación fisiológica de la planta.