El mercado del vino enfrenta desafíos como el declive estructural en mercados tradicionales, la captación de consumidores más jóvenes y la premiumización continua. Los consumidores más jóvenes muestran mayor compromiso con el vino, pero también exploran otras opciones como las bebidas RTD. El vino de baja graduación alcohólica y el comercio electrónico son tendencias en crecimiento, mientras que el cambio climático desafía la producción vitivinícola.