Los productores de Grands Crus Classés de Saint-Émilion están implementando estrategias innovadoras para preservar la calidad de sus vinos en un entorno cada vez más hostil debido al cambio climático y las enfermedades fúngicas. Estas estrategias incluyen el uso de pulverizaciones a base de cobre, la plantación de la flor Asiatic Dayflower y la exploración de variedades de uvas PIWI. Además, los productores están adoptando la viticultura orgánica y diversificando sus viñedos con variedades de uvas de piel más gruesa para adaptarse a las altas temperaturas. La investigación y el desarrollo también desempeñan un papel fundamental en la adaptación a estas nuevas condiciones.