El sector del vino en España se enfrenta a un cambio generacional donde los jóvenes prefieren bebidas con menos graduación. A pesar de la incertidumbre, algunas regiones como Rías Baixas y La Rioja están viendo oportunidades de crecimiento. La adaptación a nuevas tendencias es clave para mantener la relevancia en el mercado. Los productores están buscando formas de diversificarse y educar a los consumidores sobre la cultura del vino. La calidad y la personalidad del vino español siguen siendo su mejor carta de presentación.