Xavier Gramona, viticultor y vicepresidente de la bodega Gramona, falleció a los 63 años tras sufrir una caída en su bodega. Su legado incluye la creación de la marca Corpinnat, que revolucionó los vinos espumosos catalanes, y su trabajo en la sostenibilidad y las crianzas largas. Su influencia y pasión por la calidad han dejado una marca indeleble en la industria del vino.