Un estudio revela que el tapón de corcho es el mejor amigo del vino, reduciendo la contaminación por microplásticos. Los tapones de rosca, en cambio, son los villanos de la historia, liberando partículas indeseadas. Además, el corcho es biodegradable y no trae consigo aditivos químicos. La salud del consumidor y el respeto al medio ambiente están en juego, y el corcho se posiciona como la opción más limpia. ¡Es hora de brindar por el corcho y su legado en el mundo del vino!