La crisis del vino tinto en Galicia está generando un debate candente sobre la calidad y la producción. La Xunta destina 600.000 euros para eliminar uva tinta, lo que ha dejado a muchos boquiabiertos. Mientras las grandes bodegas luchan por competir, los pequeños productores apuestan por la calidad y la diferenciación. La Mencía, estrella de la Ribeira Sacra, se ve afectada, pero la solución no es tan sencilla como eliminar viñedos. Es hora de cambiar la mentalidad y valorar lo que realmente importa en el mundo del vino.