
La vendimia de Alicante ha crecido un 4%, alcanzando más de 15 millones de kilos de uva, lo que es un gran alivio tras la sequía del año pasado. Aunque la producción ha mejorado, los expertos advierten sobre la incertidumbre climática que podría afectar futuras cosechas. La variedad moscatel ha resurgido con fuerza, y la calidad de las uvas tintas promete ser espectacular. En un mundo donde el vino puede ser tan volátil como el clima, esta noticia es un rayo de esperanza para los amantes del vino español.