La Comisión Europea lanza una advertencia sobre la crisis que azota al sector vitivinícola, destacando la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Con un descenso en el consumo y el impacto del cambio climático, los productores están en una encrucijada. Las denominaciones de origen luchan por sobrevivir, mientras los costos de producción se disparan. La resiliencia y la sostenibilidad son más importantes que nunca para asegurar el futuro del vino. ¿Te atreves a brindar por la esperanza en medio de esta tormenta?