Treinta nuevas variedades de vid están revolucionando el vino en Cataluña, haciendo que los fungicidas sean cosa del pasado. Este proyecto no solo preserva la identidad de los vinos locales, sino que también promete un futuro más sostenible. La mezcla de variedades autóctonas con especies resistentes está dando como resultado vinos que mantienen su esencia. Con la autorización europea a la vista, el futuro del vino catalán se ve más brillante que nunca. ¡No te quedes atrás y entérate de cómo esto cambiará tu copa!