La vendimia en la Ribera del Duero en 2023 ha sido una montaña rusa de emociones y resultados, con desafíos climáticos y compensaciones millonarias, pero también con una cosecha más abundante que el año pasado. Las heladas y los pedriscos han afectado a miles de hectáreas de viñedo, pero las lluvias de septiembre han salvado la temporada. A pesar de los daños, se ha recogido más uva que en 2022. Sin embargo, hay preocupaciones sobre la plantación de viñedos y la necesidad de un mayor control en la región.