El tacto es el sentido olvidado que transforma la experiencia del vino en algo sublime. No se trata solo de lo que hay en la copa, sino de cómo lo percibimos. Desde la textura hasta la temperatura, cada detalle cuenta en la apreciación del vino. ¡Atrévete a experimentar más allá del sabor y descubre el placer de tocar y sentir! La magia del vino no solo está en su sabor, sino en cómo lo vivimos.