Las protestas de los viticultores en Francia reflejan la lucha por la supervivencia en un entorno hostil para la agricultura tradicional. La eliminación de la exención fiscal sobre el diésel agrícola y otros factores económicos y regulatorios están poniendo en peligro la viabilidad de los viticultores. La solidaridad entre los agricultores y la compleja relación entre las políticas gubernamentales y el sector agrícola se hacen evidentes en estas manifestaciones.