Los viticultores chilenos están adaptando prácticas ancestrales para enfrentar los desafíos climáticos. Los productores de vino en Chile están cosechando de noche, utilizando estiércol de caballo y reviviendo técnicas antiguas para lidiar con la escasez de agua y los cambios climáticos. Las elevadas temperaturas en Chile podrían alterar el color, la acidez y el grado de alcohol del vino. Algunos productores se están trasladando a regiones más frías y están implementando técnicas de agricultura regenerativa para combatir los desafíos climáticos.