La viticultura se enfrenta a disrupciones significativas a causa del cambio climático. Las bodegas en Estados Unidos están adoptando tecnologías como sensores de humedad del suelo y tensiómetros para gestionar el riego de manera más eficiente. Además, se están implementando prácticas que incrementan la captura de carbono y reducen las emisiones, como el uso de energía solar y tratamientos de aguas residuales. La inteligencia artificial también está jugando un papel importante en la viticultura, ofreciendo recomendaciones de riego basadas en imágenes de iPhone. Adoptar estas innovaciones es esencial para garantizar un futuro sostenible para la viticultura.