La vendimia de este año en España se enfrenta a una de las campañas más cortas y con menor producción de las últimas décadas, pero la calidad de la uva se mantiene alta. Las altas temperaturas y la sequía han afectado especialmente a regiones como Andalucía, Castilla y León y La Rioja. A pesar de la caída en el consumo, algunos expertos creen que esta situación puede poner en valor los vinos españoles. La producción se estima en solo 31,5 millones de hectolitros, lo que refleja una tendencia preocupante en el sector. La crisis del vino no es solo un problema local, sino que se repite en otros países como Francia.