La Unión Europea prohíbe el uso de etiquetas como "eco", "bio" o "natural" en productos sin pruebas contundentes. Se fortalece el papel de los consumidores en la transición ecológica y se adoptan medidas más severas contra la obsolescencia temprana. Las aerolíneas que se promocionan como ecológicas sin verificación serán afectadas. Las etiquetas ecológicas deben proceder de esquemas de certificación avalados por autoridades públicas.