Un vino blanco riojano que rescata la elegancia de la región, con aromas de vainilla, miel y una acidez equilibrada. Elaborado por Hacienda López de Haro, este vino destaca por su larga crianza en barricas de roble y su complejidad en boca. Con una producción limitada de 25.000 botellas, representa la tradición y la finura de la Denominación de Origen Rioja.