Una tormenta de granizo ha devastado 4.700 hectáreas de viñedos en Jumilla, dejando pérdidas millonarias y una comunidad vitivinícola en crisis. Los agricultores luchan por recuperarse de un fenómeno que ha puesto en jaque la producción de este año. La declaración de zona catastrófica podría ser la salvación para muchos, pero la preocupación es palpable. La historia de cómo el clima puede arruinar una cosecha en un abrir y cerrar de ojos es un recordatorio de la fragilidad del sector. ¡No te pierdas cómo esta tormenta ha cambiado el panorama vitivinícola en la región!