El gobierno español destina más de 45 millones de euros para promocionar los vinos españoles en mercados internacionales, buscando diversificar y expandir su presencia global. Esta asignación de fondos refleja la importancia de adaptar las estrategias de promoción a las características específicas de cada región y sus vinos. Se espera que estas iniciativas ayuden a penetrar en nuevos mercados y reducir la dependencia de unos pocos mercados principales.