Una bodega experimental está utilizando gemelos digitales para elaborar vinos más sostenibles, con menor graduación alcohólica y perfiles aromáticos ricos. Esta tecnología permite simular y predecir el proceso de fermentación vínica, facilitando la toma de decisiones de los enólogos. Además, se espera reducir el consumo energético de las bodegas en los procesos de fermentación alcohólica de los vinos.