Galicia apuesta por un viñedo sostenible y competitivo, incentivando la reconversión varietal y la adopción de prácticas más sostenibles. Las ayudas benefician a viticultores de todos los tamaños, reflejando un compromiso inclusivo con el sector. La inversión en calidad y sostenibilidad no solo protege el patrimonio vitivinícola, sino que también asegura un futuro vibrante para las generaciones venideras.