En un mar de caídas en el consumo de bebidas alcohólicas, el vino se mantiene firme como un roble. Mientras otros se hunden, el vino tinto brilla con un aumento del 3,49%. La sangría y el cava también están en la fiesta, gracias al turismo. La salud y el bienestar están marcando el ritmo, y el vino se adapta a los nuevos tiempos. ¡Vamos, que el vino no se va a beber solo!