Víctor de la Serna, un apasionado del vino y la gastronomía, dejó una huella imborrable en el mundo vitivinícola español. Su bodega, Finca Sandoval, se convirtió en un referente de calidad y reconocimiento internacional. A lo largo de su carrera, escribió sobre vinos y gastronomía, ganando premios que celebran su contribución al sector. Su pasión por el vino y su dedicación al periodismo lo hicieron un ícono en la promoción de los vinos españoles. La historia de su vida es un recordatorio de que el vino no solo se bebe, se vive.