El Gobierno de Castilla y León ha decidido proteger las zonas de viñedos de la instalación de plantas eólicas y fotovoltaicas, reconociendo así la importancia de la industria vitivinícola en la región. Esta medida busca preservar tanto la historia y la tradición como el legado cultural y ambiental de los viñedos. Sin embargo, plantea interrogantes sobre cómo se debe llevar a cabo la transición ecológica en España.