El vino blanco ha experimentado un aumento del 13% en la producción mundial, mientras que en Argentina el vino tinto sigue dominando el mercado interno. La producción mundial de vino blanco supera al vino tinto en un 50%, pero en Argentina se invierten las proporciones, elaborando un 31% de vino blanco y un 66% de vino tinto. A nivel mundial, el consumo de vino tinto ha descendido un 15% desde su pico en 2007, mientras que el vino blanco ha aumentado un 10% desde el año 2000.