El vino es placer y el placer se asocia íntimamente a nuestra naturaleza. Beber vino va más allá de abrir una botella y servirlo en la copa, implica comprender sus matices y circunstancias. Riedel, con 268 años de experiencia, crea copas para exaltar los componentes aromáticos y de sabor de cada variedad de uva.