Las bodegas de Montilla-Moriles están en pie de guerra por la falta de democracia en su Consejo Regulador. Un grupo de disidentes clama por elecciones reales y una gestión más transparente. La situación ha llevado a la suspensión de la Cata de Córdoba, y la Junta de Andalucía está en el punto de mira. Las bodegas piden un cambio radical para que todos tengan voz en el sector. ¿Quién dijo que el vino solo se disfruta en la copa?