La vendimia de 2025 en España se ha visto afectada por una drástica reducción del 15% en la producción de vino y mosto. Regiones como Castilla-La Mancha y Valencia enfrentan descensos superiores al 20%, lo que tiene a los viticultores al borde del colapso. A pesar de la menor producción, los precios de la uva no han subido, dejando a los productores en una situación precaria. Mientras tanto, Rías Baixas se destaca con una cosecha récord, pero otras denominaciones como Rioja y Ribera sufren caídas en sus precios. La incertidumbre en el sector vitivinícola se intensifica con normativas europeas que no ayudan a los productores.