El cava está en una encrucijada: su imagen ha mejorado, pero la fidelización de nuevos consumidores sigue siendo un desafío. A pesar de la competencia feroz de otras bebidas espumosas, el cava se mantiene como una opción de calidad. La clave está en innovar sin perder su esencia, buscando conectar con un público más joven. Las bodegas deben adaptarse y contar su historia de manera efectiva para seguir siendo relevantes en el mercado. ¡Es hora de brindar por el futuro del cava!