Agosto es el mes decisivo para la vendimia en Navarra, donde el calor extremo puede jugar una mala pasada a las uvas. A pesar de los retos climáticos, la calidad de la uva es prometedora y los viticultores están en plena batalla para mantenerla. Las ventas internacionales de vino siguen en caída, pero el turismo se convierte en un salvavidas para las bodegas locales. Apoyar los vinos de Navarra es más que una elección, es un acto de amor por la región y su gente. ¡No te pierdas la oportunidad de brindar por la tradición vinícola navarra!