
Bodegas Elosegi, una joya vinícola guipuzcoana, se encuentra en un concurso de acreedores tras años de pérdidas. Con deudas que superan los 6 millones, la bodega busca reinventarse apostando por productos de mayor valor añadido. Fundada en 1883, ha cerrado más años en negativo que en positivo, pero la dirección confía en un nuevo enfoque para salvar los 22 empleos. La historia de esta bodega es un recordatorio de que incluso los grandes pueden caer, pero también de que siempre hay una oportunidad para levantarse. ¡No te pierdas cómo esta bodega intenta volver a brillar en el competitivo mundo del vino!