Los aranceles del 20% anunciados por EE.UU. podrían ser un verdadero dolor de cabeza para las bodegas españolas, especialmente las pequeñas y medianas. Con un mercado estadounidense que representa un 13% de las ventas exteriores, la situación es crítica. La Federación Española del Vino está en pie de guerra, pidiendo soluciones antes de que sea demasiado tarde. Mientras tanto, los consumidores americanos podrían ver un aumento en los precios de sus vinos favoritos. ¿Quién diría que el vino podría ser un tema de política internacional?